Iglesia de Santa María de Melque


La Historia
Santa María de Melque nació como conjunto monástico en los siglos VII y VIII en las cercanías de la que era la capital del reino visigodo, Toledo. Su fecha de construcción inicial es muy antigua, del siglo VII, que coincide con el final del reino visigodo. 

La datación por radiocarbono de una muestra de esparto obtenida de la parte conservada 

Probablemente su construcción se paralizó cuando comenzó la llegada de los árabes y se terminó y se reformó después, habiendo sufrido múltiples vicisitudes históricas.

En su origen hubo en aquel lugar una quinta romana con cinco presas sobre los dos arroyos que rodean el montículo rocoso. Luego se construyó el monasterio con edificios organizados en torno a la iglesia.

 La conquista musulmana de la península ibérica no terminó inmediatamente con este núcleo monástico pues se tienen testimonios de la pervivencia de una comunidad mozárabe que luego desapareció.
 Sus construcciones fueron aprovechadas como núcleo urbano y su iglesia se fortificó con la construcción de una torre sobre la cúpula de la iglesia, torre que se sigue conservando. El agua de lluvia y de las torrenteras se embalsaba mediante presas situadas a uno y otro lado del complejo.
 Con la conquista de Toledo por el rey Alfonso VI de Castilla en el 1085 el templo recuperó su función litúrgica sin perder su función militar. Las tumbas antropomorfas situadas al Este y los restos de barbacanas que se conservan son testimonios de este periodo histórico.
 En 1148 aparece mencionada con el nombre de Santa María de Balat Almelc - en la Bula del Papa Eugenio III que establece los límites de la Archidiócesis de Toledo tras la reconquista de la ciudad (bula dada en Reims el 16 de abril de 1148).
 
 También aparece mencionada en las Relaciones topográficas de Felipe II (1575, en el capítulo dedicado a Puebla de Montalbán) y en las Descripciones del Cardenal Lorenzana (1784), en ambos casos ya con el nombre actual de Melque y descrita como ermita rural a la que peregrinaban una vez al año (romería) los vecinos de Puebla de Montalbán.
 El pequeño núcleo de población pervivió hasta bien entrado el siglo XIX aprovechándose las construcciones monásticas para usos de casa de labranza.
 
 La desamortización de Mendizábal terminó con el culto siendo destinadas todas sus construcciones a establos y pajares.
 Recientemente, en 1960, la Diputación Provincial de Toledo, ha adquirido el complejo y ha procedido a su restauración rehabilitando no solo la iglesia sino también los edificios anejos donde se ha instalado el centro de interpretación de Santa María y el mundo visigótico.
 
 En una de sus salas todavía se puede apreciar un largo pesebre construido con materiales del propio conjunto monástico. Se espera seguir trabajando en la recuperación de las presas, la cerca y el poblado islámico.

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