El Pueblo Fantasma


Cuando pensamos en un pueblo abandonado solemos imaginarnos aldeas aisladas al final de un camino, a las que resulta difícil acceder, pero no siempre es así. Torrecilla es un buen ejemplo de ello. El pueblo está bien comunicado, junto a una carretera asfaltada, cuenta con electricidad (al menos la instalación) y sin embargo ya se ven viviendas rehabilitadas.



 Al acercarnos, podemos divisarlo desde lejos: se encuentra en un altozano junto a la carretera comarcal GU-136 a unos 500 metros del límite con Soria. Es una región de suaves colinas pobladas de encinas y salpicadas por cultivos de secano, principalmente cereal. Lo único que recuerda que estamos en la Serranía de Guadalajara es la altura, más de mil metros sobre el nivel del mar.





 En la mayor parte de las viviendas se ha utilizado la piedra para su construcción, aunque se ven elementos discordantes, como marcos de puertas y ventanas de ladrillo, o fachadas enlucidas y pintadas, producto de intentos de mejora hechos no hace tanto tiempo. Se nota que los antiguos vecinos no han perdido del todo el contacto con su aldea y de vez en cuando se pasan por allí a ver cómo está todo.




 
 
 En uno de los extremos más cercanos a la carretera, frente a una pequeña plaza, se encuentra la iglesia. Está formada por una espadaña triangular de doble campana levantada en sillería y apoyada en una gran nave de planta cuadrada construida en mampuesto de piedra con cubierta de teja. La mitad del perímetro está cercado por un muro y en su interior se encuentra el cementerio. Uno de los flancos de la iglesia está revocado con cemento y sobre él hay una serie de grafitis más propios de los suburbios de una gran ciudad. La iglesia es bastante grande, pero tiene unas proporciones muy poco armoniosas. La espadaña es demasiado baja para un edificio de ese porte y puede que haya sido añadida siglos después de su construcción para reemplazar la original
 




 Casi todas las viviendas tienen conexión a la red eléctrica y hasta antenas de televisión. En unos de los extremos del pueblo hay una torreta conectada a una línea de media tensión que pasa por allí. Lo que no sé es si efectivamente hay servicio.









 
 El casco urbano es muy compacto. Todas las casas se agrupan formando una herradura en torno a una pequeña plaza donde está la fuente, en la zona más alejada de la carretera.

 

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